Día de lluvia, día de otoño, viento, nublado y sueño.
Hoy os dejo una foto antigua (remembranza profunda de mi medio natural, el verano) y una foto actual, tan presente como yo mismo en el momento de publicar este post. Este es mi regalo para vosotros en este día irrepetible y único, porque, pensadlo bien, nunca habrá un veintidós de octubre de dos mil veinte. Y nunca habrá nadie como yo ni nadie como tú.


Somos efímeros. Pasaremos. El presente durará lo que dura un instante, y el pasado será quizás nuestra verdadera morada. Pero eso no nos hace menos especiales.
El escritor es el único notario de la historia que nunca sucedió. Pero ello no le hace menos increíble. Solo él crea mundos para que tu mundo se llene de universos y en tu futuro siempre haya una escapatoria al presente.