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Buenos días, amigos. Good morning, my friends.
¿Videojuegos? Esta parece una palabra tabú para algunos que se las dan de intelectuales. No faltarán quienes digan que eso es para niños; o quienes afirmen que son para tontos; o incluso quienes defiendan que forman parte de un plan para idiotizar a la sociedad. Incluso estarán quienes muestren su sesuda sapiencia convirtiéndolos en el síntoma de una mente disociada, patológica o enferma. Pero aquí no sucederá nada de esto.
Los videojuegos son como el agua: puede calmar la sed o puede ahogar. Son como todo lo humano, y dependen de cómo se usen. Como el dinero: la gente habla mal de él, pero no deja de entregarse en su consecución. Como el trabajo: todo el mundo quiere encontrar uno, pero luego no hacen más que quejarse de que trabajan mucho. Lo mismo aquí: los videojuegos pueden ser basuras adictivas, pueden ser simplemente entretenimientos simpáticos, o pueden ser obras maestras de la narrativa.
Y de esto vamos a hablar hoy, porque hay algunas obras maestras que vale la pena recomendar, ahora que estamos inmersos en la fiebre de los regalos de Navidad, especialmente si queréis daros una alegría, o si queréis iniciar a vuestras novias o esposas en este mundillo, o a vuestros maridos, que nunca se sabe. De vuestros hijos ni hablo, porque seguro que ya entienden de esto mucho más que yo. En todo caso, bien vale la pena que, al menos en una ocasión, veáis por donde se mueven las grandes crestas de las producciones videográficas, algunas de la cuales han llegado a alcanzar una grandeza y un brío creativo a la altura de las mejores filmaciones cinematográficas.
No voy a daros la lata con muchas sugerencias. Serán solo algunas de las que yo he jugado. Y por supuesto, os dejaré un enlace para comprarlas, si os apetece.
UNCHARTED 2. Espectacular aventura del gran y carismático cazatesoros Nathan Drake en busca de Shambala, con un ritmo trepidante, divertida, brutal, te pone al límite y te hace vivir alguna de las escenas de acción más increíbles de la historia de los videojuegos (el capítulo del tren por el Himalaya es simplemente inolvidable). Sentirás la vibrante emoción de volver a salvar el mundo
THE LAST OF US. Auténtica experiencia de supervivencia, aprendizaje, paternidad y violencia ambientada en un mundo postapocalíptico, en el que una pandemia (sic) se ha llevado por delante a casi toda la humanidad, obligando a seres como Joel y Ellie a crear una nueva familia en medio de su espeluznante aventura. Un juego para la historia por su belleza, su ternura, su terror, su tratamiento de los personajes, la riqueza y coherencia de su historia, y su esperanza inquebrantable. Banda sonora excelsa. Una pena que en la segunda parte destrozaran a los personajes.
RED DEAD REDEMPTION 2. El western llega al videojuego, y lo hace por la puerta grande. En realidad, no es el primer intento de trasladar el ambiente del Lejano Oeste a la industria, pero sí ha sido la mejor. Un videojuego descomunal, grandioso, realista, brutal, donde tomas los mandos de un personaje legendario, Arthur Morgan, un pistolero que pertenece a una banda de ladrones que huye de la ley, y que forma una familia donde cada uno tiene su lugar. Conocerás la traición, el dolor, el frío, la soledad, la venganza, la ayuda a desconocidos que lo necesitan, la compasión y hasta la propia redención, en un final épico y humano. Una aventura lenta, pausada, intensa, llena de un amor por los personajes y por la narración y la literatura que está muy por encima incluso de muchos clásicos. Un videojuego que respeta la dignidad de una narración responsable, comprometida y llena de vida.
Hay muchos más, pero yo solo hablo de lo que conozco. Estos tres son juegos adultos, serios, que llaman al jugador a tomar decisiones responsables, a comprender las motivaciones humanas, a poner en juego su moral y su inteligencia; que retan de verdad al jugador a usar todas sus capacidades, y que permiten un disfrute consciente, entusiasmado y prolongado, juegos que son obras maestras y transmiten una historia bien trabajada, con relieve en sus personajes, y que rezuman ese talento y ese amor por las cosas bien hechas desde su portada hasta el último segundo.
Si no queréis libros, y buscáis diversión inteligente, aquí los tenéis.
Somnia 