Somos de muchos países, de regiones muy diferentes, incluso profesamos ideas o creencias distintas, pero confluimos aquí, como atraídos por una llamada universal, una voz que llega hasta los más recónditos lugares del mundo, a montañas y a costas, a bosques y a desiertos, a ciudades y a aldeas, en la que resuenan, como claves inconfundibles, que tienden hilos invisibles, palabras que ya no son de un solo hombre, sino de todos. Palabras como Bacon, como Larra, como Tolstoi, como Melville, como Tagore, como Shakespeare, como Homero, como Gilgamesh, como King… Son las declinaciones y conjugaciones de este idioma secreto y a la vez público, misterioso y fascinante, que hace q Melbourne y Moscú, que Delhi y Madrid, que Vancouver y Atenas, estén unidas por un puente de luz y letras, que parece frágil, pero que se adapta y cambia de forma para no romperse.
Y tú, ¿de dónde eres? ¿Desde dónde nos lees?