
Queridos somnianos:
Casi todos los grandes hombres del pasado atravesaron senderos oscuros de los que muchos otros jamás habrían salido. Tolkien no fue una excepción.
En su juventud, construyó una fuerte amistad con tres compañeros de estudios en el King Edward de Birmingham: Robert Wilson, Geoffrey Smith y Christopher Wiseman. Todos formaron una sociedad conocida TCBS.
Cada uno de ellos amaba una disciplina artística: pintura, música, poesía, narrativa… Tolkien se consideraba el peor de todos. Pero la Primera Guerra Mundial disgregó el grupo, y solo sobrevivieron Tolkien y Wiseman.
En una carta escrita por Smith antes de morir en el frente, este alentaba a Tolkien a que escribiera aquel tipo de historias de las que tantas veces habían hablado en el TCBS, pero, esta vez, pidiéndole que lo hiciera en su lugar cuando ellos no estuvieran. Estas palabras afectaron profundamente a Tolkien y le persiguieron durante toda su vida. Sintió que les había fallado.
Y así fue, hasta que tuvo 45 años, con El Hobbit. Pero su verdadero éxito se produjo con El Señor de los Anillos, a la edad de 62 años. Solo entonces sintió que había cumplido su promesa hecha a sus amigos.