Queridos somnianos:
Hoy publico nuevas páginas del manuscrito de la novela romántico-erótica que estoy escribiendo en mis ratos libres, y que podéis leer íntegramente en la página MANUSCRITOS (CONTENIDO PREMIUM), por tan solo 1 euro al mes.
Ni que decir tiene que la publicación de manuscritos propios se va a convertir en una línea habitual de este blog, y en una seña de identidad, porque lo que se muestra en Somnia no son solo artículos más o menos irrelevantes, sino también y sobre todo LITERATURA. Esto es lo que queremos que busquéis ante todo en Somnia: buena lectura. Pero la buena lectura y la buena literatura no son siempre gratis. Eso solo pueden hacer los clásicos. Los que aún vivimos necesitamos alimentarnos.
Aquí os dejo un pequeño adelanto…
Bécquer Eire.
Mis apellidos.
Tengo una vida de mierda, un nombre que prefiero callar y unos apellidos que evocan historias que me suenan a chino y a rancio, porque fueron excelsos pero son hoy fangosos. Esa sucesión de palabras no es más que una conjunción bastarda y fascicular de dos naturalezas que compraron el billete de su vida en la estación de la estupidez, hacia la terminal de la insignificancia. Pero me dejaron la herencia de los Bécquer menores, una rama invisible y arrinconada de los Bécquer, con algo de andaluces y de señoritos, pero con menos dinero y con nada de historia. Me une al gran poeta el apellido y creo que también la melancolía y la mala suerte (o algún hechizo burlón) con las mujeres. Tampoco tengo su bondad varonil, aunque sí heredé algo de su gusto por la poesía desgarrada. Quizás ésta sea la razón por la que he comenzado estás líneas, aunque añadiendo una pizca de casticismo y desesperación de mi propio cuño. Dejadme que os cuente. En cuanto al otro apellido, procede de esa Irlanda que fue cuna de leyendas y de la magia más oscura, pero no sé cómo llegó hasta mí ni quién lo llevó con más gloria y gracia que yo.
(continúa en Contenido Premium)
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