Queridos somnianos:
Dice la leyenda que en 1924, en una gira por Iberoamérica, George Mallory, el famoso alpinista inglés que murió en el Everest, fue cuestionado por su anhelo de escalar la montaña más alta del mundo. Su respuesta fue también legendaria: «Porque está ahí».
Desde entonces, son muchos los que han intentado la misma gesta. De hecho, el alpinismo se abrió hace décadas al turismo, y cada año cientos de personas escalan la cima donde Mallory perdió la vida, simplemente pagando una buena suma de dinero, aunque no sean montañeros profesionales. Además, los propios alpinistas han puesto el pie en montañas que hasta hace poco eran poco menos que imposibles.
Podría pensarse que ya no queda nada por hacer, nada nuevo por lograr. Pero aún hay quien se empeña en demostrar que eso es falso.
El alpinista alemán Jost Kobusch es uno de ellos. Intentará hacer algo que nadie ha logrado hasta ahora, enfrentarse al reto más difícil: Subir el Everest en invierno, en solitario, por la ruta más difícil (la oeste), sin apoyo logístico (sin sherpas) ni oxígeno.
Es algo que podría costarle la vida, y lo sabe. Pero quiere entrar en los libros de Historia.
Quizás sea algo complicado de entender para muchos (no para nosotros, porque aquí en Somnia somos aficionados al alpinismo), y por eso lo mejor es darle la palabra a él, que en el siguiente artículo de ABC de hace unos días explica personalmente su proyecto loco:
https://www.abc.es/deportes/abci-kobusch-everest-desafio-solitario-202201030056_noticia.html
Esperamos verlo de vuelta y triunfante sobre la orgullosa y dura montaña. Si es así, os traeremos la noticia.