Pues no.
Ni fieles ni entregados.
¿Y sabéis por qué? Porque los lectores son humanos, y los humanos de hoy ya no son entregados ni fieles, ni nada que se le parezca. Tal como va la sociedad, así le va también a la literatura. ¿Por qué iban a ser fieles y apasionados, teniendo Netflix y mil mierdas más que les comen el coco y les vacían la mente, y encima son más accesibles y vulgares?
¡Hace falta tan poco esfuerzo para divertirse y es tan cansado leer!