Pues sí, amigos, España ha sido apartada del Mundial de Catar por Marruecos, en los penaltis, tras el 0-0 del partido más la prórroga.
Es irónico que esto haya sucedido el Día de la Constitución española. Después de ocho siglos de Reconquista, hasta que por fin Granada quedó libre de los mahometanos, ahora no sólo nos llenan el país de mezquitas, sino que nos echan del Mundial en octavos de final. Es irónico, y puede que algunos digan que es justicia poética. Lo de las mezquitas es respetable, porque en nuestro país se protege la libertad religiosa, pero lo del fútbol no tiene perdón. España ha estado fatal, el arbitraje ha sido demoníaco y la dirección del seleccionador hay sido horrible. Marruecos, en cambio, había estudiado bien la forma de parar a España, ha corrido mucho, ha luchado lo necesario, y ha maniatado totalmente a España. Y su portero es mejor, eso es innegable.
El partido, además, ha sido aburrido, soporífero, monótono. 120 minutos y ni un gol. 120 minutos y sólo 3 tiros a puerta, y ninguno meridianamente claro, salvo quizás el último, en el descuento de la prórroga. Uno de los partidos que, en lugar de hacer afición, la deshacen. Un nivel impropio de unos octavos de final. Ni siquiera hemos visto nervio por parte de España, furia, ver que se jugaban realmente algo. Parecía, mirándolos a los ojos, que era un simple partido de liga. Yo creo que esto, en concreto, Marruecos lo ha entendido mejor. Vamos a ver celebrar a los marroquíes esta noche por las calles de España, en los bares, en los salones, y es normal: ellos sí entendían el partido como una lucha entre naciones. Para nosotros, sólo fue un día en la oficina. Resultado: ellos pasan, nosotros lloramos. Tenemos lo que nos merecemos.
Pero no nos engañemos: en España falta talento actualmente. No hay ni un solo jugador del once de la selección que esté entre los 10 mejores del mundo. Hay jugadores mejores que los que han estado en el Mundial en algunas posiciones (como el central: Luis Enrique ha llevado tres, para que acabe jugando un mediocentro de central, Rodri; también podríamos hablar de la posición de portero, donde De Gea era claramente mejor opción que Simón). Pero en otras es que no hay más: como diría Koeman sobre el Barça, esto es lo que hay. Y quizás este sea uno de los problemas básicos: que la selección ha llevado el mediocampo y el ataque de un equipo sin alma y que va de fracaso en fracaso, como es el Barcelona. El trío de mediocampistas ha sido inamovible: Busquets, Gavi, Pedri. Y arriba, Ferrán Torres, el hombre de los 50 millones y los 0 goles. Resultado: el Barça no pasó de la primera fase de la Liga de Campeones y España ha caído en la primera eliminatoria del Mundial.
Pero ellos no son los únicos responsables: Carvajal no está ni se le espera, Alba no adelanta ni a una viejecita, Morata es todo voluntad pero ningún acierto, Dani Olmo sólo sabe meter goles intrascendentes y Asensio es irregular y pecho frío. Podríamos seguir, pero no vale la pena. Todo el equipo ha estado mal.
Adiós, Catar. España, buen viaje de vuelta. Luis Enrique, lárgate ya y deja de dividir a los jugadores entre los del Barça y el resto. Y Rubiales, dimite, porque lo tuyo con los mundiales es un desastre, cosa que se entiende si nos fijamos en quiénes son tus amigos, como el Geri.
Somnia 