Triste es tener una familia muy extensa, primos y tíos por todas partes, y que ni uno solo de todos ellos haya sido capaz de apoyarme lo más mínimo, ni de comprar un libro mío (con alguna excepción al principio), ni de suscribirse a mi canal de Patreon (ya veis, por un puto euro al mes). Nadie. Ni un primo, ni un tío, ni un cuñado…
¡Que se guarden sus monedas y se traguen su apoyo!
Yo sé a quién debo gratitud y a quién no. No olvido. A algunos los disculpo porque sé quiénes son y también sé que me apoyan de otras formas, que no valoro menos. Pero a otros… en fin, no soy rencoroso, no dejo de querer a nadie por algo aparentemente tan nimio (aunque los detalles muestran a las personas). Pero no olvido quién estuvo a mi lado y quién no. Así de simple.
En cambio, a los amigos que me han apoyado… a esos siempre les estaré agradecidos, por muchos errores que puedan cometer. Porque obran son amores, y no buenas razones. Que cada cual entienda lo que quiera. Igual que a ellos no les importa lo que yo piense, a mí tampoco me importa lo que piensen de mí.
He hablado.