Muchos años habían pasado desde que los sangrientos sirvientes de Edic, el famoso rey, cruel hasta la degradación, habían comenzado a perseguir a los fieles que creían aún en los viejos mitos y los viejos dioses de Junk. Se habían ocultado en las cuevas del Freintamüe o habían perecido en las hogueras descomunales que habíaSigue leyendo «El Poeta loco doma los vientos»